«Yo individualmente me he sentido infrautilizado. Hemos tenido una plantilla de puta madre y sin oportunidad un jugador se viene abajo. Uno que juega diez, veinte y treinta minutos lo nota, pierde con respecto a los demás. Esta temporada individualmente no ha sido la que esperaba. Me vine al Sevilla que es un equipo bueno, pero uno necesita la continuidad y la confianza del míster. Ha sido un año raro, en el que ha pasado de todo. Me firmaron Óscar y Berizzo, vino otro entrenador y no te pone. En la segunda vuelta no he tenido continuidad para nada, exceptuando estos dos partidos últimos que he jugado. Un jugador necesita confianza, minutos y continuidad”.
