De aquel encuentro, disputado el 7 de diciembre de 2008, distan ya cinco años, pero en el recuerdo de los aficionados del Sevilla no parece tan lejano. Fue la última vez que el equipo nervionense ganó en el Santiago Bernabéu, en un duelo apoteósico y de máxima tensión por los siete goles que se vieron, porque provocó la posterior destitución de Schuster y porque el Sevilla se encaramó a las primeras posiciones de la clasificación cuando ya se habían disputado catorce jornadas.