En su primera prueba de alto nivel, reflejó que su Sevilla puede competir con un estilo más vertical y ordenado que hace varios meses incluso con casi los mismos mimbres. La intensidad en el juego y el carácter atrevido en los últimos metros refleja las intenciones de Machín, que espera más respuestas por parte de Joaquín Caparrós de cara a apuntalar una mejoría en construcción. Le faltan piezas a su proyecto: podrían llegar aún un portero, otro defensor, un medio centro ante la posible marcha de Nzonzi y un atacante que complemente lo que ya aterrizó.
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