Los triunfos ante Valencia, Las Palmas y Celta se fraguaron sobre el muro que levantó Sergio Rico
Darle toda la responsabilidad del triunfo del Sevilla en Las Palmas a Sergio Rico sería tan exagerado como otorgársela a Iborra o a Correa. Sin embargo, es una convención futbolística hablar de porteros que salvan puntos para calibrar su rendimiento en similar medida que delanteros o mediocampistas que decantan partidos con sus asistencias o sus goles. En virtud de esa convención, hay que reconocer que el meta realizó un partido completísimo, y que permitió al Sevilla no sólo mantenerse vivo hasta el gol de Correa, sino sostener la renta con otro paradón a David Simón dos minutos después.
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