La llegada del partido del miércoles ante el Leganés, choque en el que está en juego poder disputar una final, hará que el italiano vuelva a contar con el once que ha logrado que el sevillismo recite de memoria. Su labor de aquí al miércoles será arropar al grupo, mimar a los futbolistas que más tocados puedan estar, como Sergio Rico, y tratar de que la mente llegue lo más limpia posible después de las dudas que pudieron asaltar al grupo tras el 5-1 que encajó ante el conjunto armero.