Y eso que el que se perdía el choque era Krychowiak, el puntal indiscutible de un Sevilla que no pocas veces se encomienda al bizarro espíritu competitivo del polaco para tirar hacia adelante. Pero contra el Betis en el Villamarín el mediocentro vio la quinta, con la consecuente sanción para el siguiente encuentro de Liga. Para recibir al Espanyol a Unai se le abría el dilema de alinear un centro del campo prácticamente inédito, porque Krychowiak hasta ese momento lo había jugado todo en el torneo regular. Seguramente por el buen papel que exhibió ante el Logroñés en la eliminatoria de Copa, el técnico vasco tiró de Sebastián Cristóforo, que en Liga apenas tuvo dos apariciones en el mes de septiembre.