Dicen los compañeros de trabajo de este onubense de ley (aterrizó en Huelva a los cuatro años) que es tipo que mira a los ojos, respira hondo y jamás alza la voz en los momentos de electricidad loca. Sería John Wayne, aquel “hombre tranquilo” en busca de sus raíces, o Gary Cooper en “Solo ante el peligro”. Monchi no lo ha dejado solo; del león de San Fernando ha heredado una infraestructura innovadora, con 16 personas trabajando una hilera de horas continuadas y material de ‘scouting’ de alta tecnología para competir con la crema de las grandes ligas.
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