William Saliba (18) tenía entonces 17 años y estaba al borde de su primer contrato profesional. Arias le tenía convencido para que recalase en el Sevilla Atlético, con la promesa de subir pronto al primer equipo, aunque su marcha le frenó todo y la nueva dirección deportiva no atendió al informe que dejó el ahora encargado de fichar en el Cádiz CF recomendando su llegada. Como el Sevilla FC no lo fichó, el Saint-Étienne logró renovarle y sacarle, posteriormente, 30 millones de euros al Arsenal FC por su traspaso.