Guido Pizarro (27) ha jugado de todo: es un medio centro que puede hacer un gol regateando a la luna, diez minutos más tarde se puede poner las calzas de portero y atajar un tiro libre con olor a veneno, para luego lanzar el decisivo penalti que dio el campeonato a su equipo. Pizarro es un ‘tigre’ que sonríe y la toca estilo Gardel, un bandoneón que sabe a linimento y apunta muy alto con la camiseta del Sevilla. Llegó a Nervión y Pizarro ha dicho que aspira a todo. Un equipo tan europeísta como el Sevilla le brinda el escenario. Que se ponga las botas ‘El Conde’.
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