La palabra y el barro. Las huellas que deja Andrés Palop en la historia del Sevilla permanecerán indelebles en la memoria de la afición e imborrables en el museo del club. El mejor portero de la historia del club de Nervión tuvo una hermosa despedida desde el mismo césped que holló como profesional por última vez el 1 de junio de 2013. En lugar de los cánticos de la afición -“¡Palop, Palop, Paloooop!”-, los vencejos pusieron un natural y sencillo telón de fondo sonoro para un acto que buscó las emociones desde el oído.