«Era un anhelo de la dirección deportiva la incorporación del jugador argentino». Así comenzó José María del Nido la presentación de Nico Pareja y el propio Monchi reconoció tal extremo. En 2010 el Sevilla estuvo cerca de firmar al central tras su irrupción en el Espanyol, pero los rublos del Spartak de Moscú pudieron más. Ahora se cumple una vieja aspiración de la dirección deportiva del Sevilla. Llega cecido, con una opción de compra de «muy sencillo cumplimiento», en lo que parece un traspaso aplazado. Y el futbolista arriba henchido de felicidad e ilusión y dispuesto a afincarse en el Sevilla, al que quiere devolver al que considera su sitio natural.