Urgen soluciones en el Sevilla. El sevillismo no aguanta más medias tintas y quiere determinación en las decisiones. Desde lo más alto de la cúpula al cuerpo técnico y la dirección deportiva deben reconducir una situación insostenible pese a la realidad «numérica» de ser quinto. Porque el problema ya no es haber concatenado tres partidos sin ganar, con otras dos derrotas a domicilio y un empate de impotencia ante el Levante. El problema es que no se atisba reacción desde el que debe tomar decisiones, o sea, Eduardo Berizzo. La naturalidad del fútbol es buscar culpables y, pese al denodado esfuerzo del entrenador por estar dirigiendo a su equipo en Anoeta, la dirección del partido no fue sino la pertinaz perseverancia en los errores.