El Sevilla ya está en los octavos de final de la Liga Europa. Mañana conocerá su rival en su lucha por llegar a la final y optar, otra vez, a levantar el título de la competición que más alegrías le ha dado en los últimos años, después de eliminar al Borussia Mönchengladbach en un doble enfrenamiento sufrido. Porque los de Emery lo pasaron mal en la primera parte del Ramón Sánchez-Pizjuán y durante todo el partido de Alemania, pero supieron utilizar sus ambas para acabar ambos encuentros con victoria. La de hoy fue a la contra, con el equipo muy metido atrás y con mucho peligro en las salidas.