A Joaquín Caparrós se le llena la boca diciendo que quedan muchos puntos. Lo argumentó antes del choque ante el Getafe, pero esos puntos se le perdieron al Sevilla en el césped del Coliseum Alfonso Pérez, más concretamente en una de las áreas, en la que Mateu Lahoz señaló aplicando a rajatabla el reglamento dos penaltis por dos estupideces de los de blanco. Y ahora quedan menos. Y menos, sólo doce, quedarán cuando acabe el encuentro frente al Rayo Vallecano, que ya no es una final, sino una finalísima, por ponerle el sustantivo calificativo en modo aumentativo que el utrerano quería rechazar en la víspera de la cita ante el Getafe.