Un Sevilla desnaturalizado por las numerosas rotaciones, sin personalidad, autoridad, ni pegada alguna, fue incapaz de superar este jueves al modesto Villanovense, decimoctavo clasificado del Grupo IV de la Segunda B. Machín aprovechó esta cita de dieciseisavos de la Copa para dosificar a los suyos y repartir minutos entre los menos habituales y el resultado no fue el más satisfactorio: el pequeño se le terminó subiendo a las barbas. La eliminatoria deberá cerrarse en el choque de vuelta en Nervión. El joven canterano Javi Vázquez y sus buenas maneras fue lo único, prácticamente, que se salvó del mal papel de los de Nervión en Villanueva de la Serena.