Objeto de deseo de Monchi durante muchos años como gran comprador y conocedor del mercado francés, su rendimiento continuado y alto precio le llevaron a que no pudiera acometer su fichaje estando en el Sevilla. Ya en Roma, con una mayor capacidad económica y estando Maxime en último año de contrato, el de San Fernando pudo atacar su fichaje para su nuevo equipo. Gonalons no tuvo una temporada fácil en Roma, su rendimiento no fue continuo y tampoco su participación. No pudo disputar demasiados partidos de forma regular y fue más un jugador de rotación que otra cosa para dar descanso a otros compañeros como De Rossi, con quien fue alternando de forma más o menos habitual en la posición de mediocentro del 1–4–3–3 habitual de Di Francesco en la capital italiana.