Cerca de un mes de rehabilitación lleva a sus espaldas Perotti después de que el prestigioso neurocirujano Richard Fessler lo operase en Chicago el pasado 31 de mayo. La intervención para corregir la hernia discal que sufría, rebañando el trozo de disco que sobresalía y provocaba una negativa y dolorosa interacción con los nervios de la zona lumbar, fue la solución a las constantes lesiones musculares que venía padeciendo el futbolista, que se pasó un año entre recaídas y frustrantes reapariciones. Ahora empieza de cero y lo hace con optimismo, convencido de que fue la mejor salida a su problema, pero también con cautela. No quiere tropezar en la misma piedra y rechaza la prisa. «No quiero tirar cohetes al aire».