La primera explicación al fichaje de Cheryshev obedece al entrenador. Unai Emery ha insistido una barbaridad. Valora su movilidad, su descaro, su capacidad para desequilibrar… Cualidades que, efectivamente, acompañan al ruso. Puede sorprender, pero curiosamente Emery anda obsesionado con el juego de ataque. Quiere un Sevilla que vaya arriba de verdad, al abordaje, aunque a veces, demasiadas, tal planteamiento abra un agujero atrás. El entrenador le transmite a Del Nido y Monchi que hay que asumir ese riesgo, ya que está convencido de que con una manera osada de jugar se ganarán muchos partidos.