EL MAGO DEL BALÓN: Como su tocayo en la ficción, de apellido Atom, Óliver Torres fue un niño prodigio que ha convivido con la presión; ahora, a sus 24 años, habla como un veterano y ha encontrado en el Sevilla la plaza ideal para seguir disfrutando.
LATERAL ZURDO: Cote da el perfil y queda libre.