En el Sevilla andan preocupados con este asunto porque se han rodeado las circunstancias para que no haya ese líder ahora mismo como han sido recientemente Coke o Vicente Iborra (aún se recuerda su arenga en el descanso de un derbi en Heliópolis), jugadores importantísimos capaces de dar una voz de aliento o de ánimo o de decirle las cosas a la cara a un compañero que no está sumando todo lo que el grupo necesita. Y es que el Sevilla se ha quedado de un plumazo sin capitanes en la plantilla. Carriço era respetado en el club en gran parte por esa capacidad de liderazgo y de saber unir al grupo desde dentro. No hacía falta que jugara. El portugués ya no está ni se le espera. Algo parecido ha pasado con Éver Banega, que aunque va a seguir, su situación ha cambiado de manera radical. La tercera opción es Jesús Navas, pero el palaciego tiene otras muchas virtudes, pero carece de alma de líder por su personalidad.
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