Mientras el ruido en el exterior lo protagoniza el debate sobre Luuk de Jong y su titularidad, en el interior del vestuario el cuerpo técnico que encabeza Julen Lopetegui trata de buscar una explicación –y también las herramientas correctas para corregirlo– a la grave desconexión que el sistema defensivo ha sufrido en los dos últimos partidos fuera de casa y que ha traído en ambos casos unas consecuencias catastróficas. Un equipo que apenas había recibido ocasiones en contra en los primeros encuentros, ha visto cómo ese muro se ha derrumbado con suma facilidad en un espacio de tiempo muy breve. Además, en ambos casos ello ha ocurrido después de un excelente trabajo en fase ofensiva. En el Camp Nou, donde Lopetegui plantó la defensa muy adelantada, pudo tener algo que ver con eso, aunque no es normal recibir un tanto cada tres minutos. El Sevilla busca recuperar su solidez defensiva, pero con esos momentos de desconexión es imposible.