La llegada de Anthony Martial al Sevilla despertó una gran ilusión en el sevillismo y en la propia entidad de Nervión. Monchi siempre ha sido un enamorado del juego del francés, estando en muchas ocasiones trás él para conseguir su cesión.
En este mercado de invierno lo ha conseguido, no sin antes pelearlo mucho con su club y llegando sobre la bocina.
Sin embargo, su aportación hasta ahora está siendo muy pobre. Con ocho partidos disputados y una lesión por medio, sus números sólo reflejan un gol y una asistencia.
Si bien estos números no encajan con la gran inversión realizada (la gran losa que le perseguirá hasta mayo) lo peor son las sensaciones sobre el campo. Se le ve apático, sin meter la pierna, descolocado sobre el terreno de juego y sin confianza.
El propio Julen en la última rueda de prensa ya dijo que tenía que aportar más al equipo. Quizás la plaga de lesiones en el momento que ha llegado al equipo y un sistema de juego que no le va, sin espacios para correr, puede estar detrás de este bajo rendimiento.
