Más enquistado que nunca. El Sevilla y Banega parecen no hablar el mismo idioma y el divorcio comienza a verse como una realidad con el paso de los días. Así, el argentino y su entorno tienen claro que su continuidad en Nervión pende de un hilo, el que soporta un Inter de Milán que quiere hacerse con los servicios del mediocentro a toda costa.