El Sevilla lo pasó muy mal la temporada pasada y es que hubo momentos en los que el equipo de Nervión tenía una pinta tremenda de bajar a Segunda División.
El club decidió muy pronto destituir a Jose Luis Mendilibar, para firmar sorprendentemente a Diego Alonso, un técnico sin experiencia en Europa y que en los últimos proyectos había fracasado.
Diego estuvo sin ganar un partido durante el dos meses y acabó con todas las opciones del Sevilla tanto en Europa como en Liga, dejando al club en una situación desesperada.
La dirección deportiva decidió destituirlo y traer a Quique Sánchez Flores, que ha hecho un trabajo prácticamente milagroso con un grupo que estaba completamente destrozado.
Varios de los técnicos que han salido en los últimos meses del Sevilla han rajado sobre la situación actual del club. Sin embargo Quique Sánchez Flores sigue mostrando que tiene señorío y que de verdad le importa el Sevilla:
«La afición se merece no sufrir más. Todos en el club estuvieron muy cerca de mí todo el tiempo y lo hicimos lo mejor posible. Quiero que al Sevilla le vaya bien, que pueda remontar y poco a poco se vuelva a acercar al sitio que merece su historia».
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«Parecerse a Jesús sería de lo mejor que puede pasarle a un padre porque es muy complicado ser buena persona, humilde, responsable en el trabajo y tener el don de querer ayudar. Es muy difícil montar todo eso en alguien con una carrera tan prestigiosa. Todos queremos ser Jesús Navas».
