Hoy, 19 de mayo, se cumplen diez años de la segunda Copa del Rey que ha ganado el Sevilla en este argénteo siglo, la quinta en total. Un decenio ya de aquella gesta en el Camp Nou, en inferioridad númerica en la grada y con aquel mosaico en el graderío que ocuparon los 30.000 sevillistas ante el discutible criterio de la Federación Española al ubicar la final en el Camp Nou, mucho más cerca de Madrid que de Sevilla. «Respeto. SFC», se leyó. El henchido Atlético, con 50.000 hinchas colchoneros en el Camp Nou hincó la rodilla ante la fe, la velocidad y el genio de dos duendes de la carretera de Utrera: Diego Capel y Jesús Navas. El Sevilla, ante un Reyes vencido, dedicó el título a Antonio Puerta, pues fue el primero que ganó desde su muerte en 2007.