«A mí, como a cualquier canterano, siempre me había gustado marcarle al Betis. Hasta hoy todavía me acuerdo de goles que le hice cuando podía tener once, doce años. Es distinto a todo. Pero el primero que hice, ya con el primer equipo, fue el más increíble de todos. Caparrós era el entrenador y lo vivía como nosotros. Estuvimos toda la semana hablando de ese partido. Yo ya había jugado algunos derbis, pero ese fue distinto porque sentí algo increíble en la celebración. Marqué. Al principio es como que no sabía que hacer, y luego busqué a mi familia, que estaba detrás de nuestro banquillo. No puedo olvidarme», explica Reyes para referirse al tanto que hizo el 19 de octubre de 2003 y que quedó en empate a dos.