José Antonio Reyes (33 años) dibuja una sonrisa soleada cuando aterriza en el vestuario de la Ciudad Deportiva del Espanyol. Esta semana es especial para el de Utrera, que recibirá la visita del Sevilla, su equipo del alma, un escuadrón que vuela muy alto y asusta. Pero Reyes, con sentimientos contrapuestos, está ahora mismo en la otra trinchera, la blanquiazul, dispuesto a derramar su talento contra los blancos de Nervión. Este domingo, a la hora del café, el perico Reyes idea poner un palo en la rueda del Sevilla y tratará de demostrar que la épica del fútbol no conoce amigos.
