Partido más que especial el que se le presenta a José Antonio Reyes, al enfrentarse a su exequipo, el Atlético de Madrid, pero, sobre todo, por la oportunidad que tiene para jugar su primera final con el Sevilla. Se marchó llorando al Arsenal y volvió tras perdonar una importante cantidad de dinero al club madrileño. Por ello, no resulta nada extraño ver al utrerano estos días en el hotel con cara de alegría.