Hasta el pasado viernes 31 de agosto, Pablo Machín, igual que el sevillismo, se quedó esperando algún refuerzo más, algún retoque importante de última hora. Sin embargo, y pese a que tras el aterrizaje de Quincy Promes dijo seguro aquello de que “llegarán otros”, la plantilla se quedó con 23 futbolistas, de los cuales tres son canteranos: Juan Soriano, la verdadera apuesta, Jesús Navas y Borja Lasso, cuya presencia es testimonial. Del 22+3, referido a fichas normales y huecos para canteranos, o el 21+4 que puso como ejemplos Joaquín Caparrós, el Sevilla pasó a un temerario 20+3 que en realidad es un 22 cortito teniendo en cuenta que también quiso darle salida a Carriço.
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