El fichaje de Raul Rusescu fue extraño, raro. Sorprendió. La gran reestructuración empezó por este delantero rumano que demostró un buen nivel en su liga. Su llegada a Sevilla, pasado de peso, levantó las sospechas. Le costará triunfar. Cosa que se está demostrando, pues Emery no lo convoca.