Pablo Sarabia no podrá despedir el 2018 en el terreno de juego. Vio la quinta amarilla ante el Girona y se pierde el cierre del año natural en Butarque, campo del que no guarda un grato recuerdo, ya que fue expulsado en Liga. Era uno de esos momentos del extraño Sevilla de inicios de año, con la llegada de Montella, su posterior despido y el cierre con Caparrós. Berizzo ya era historia. Después aterrizó Pablo Machín y la vida cambió para Sarabia. Pasó de ser un gran jugador a una de las estrellas de LaLiga con los números en la mano.