Antes de marcar su soberbio golazo al Leganés, una acción en la que unió rabia y calidad, Pablo Sarabia fue aclamado por la grada del Ramón Sánchez-Pizjuán. El madrileño fue aclamado en premio al gran partido que estaba cuajando, por calidad y por pundonor. Eduardo Berizzo por fin atendió a la evidencia de que su juego en estos momentos es muy superior al de Jesús Navas y le dio la titularidad de nuevo, como en Cartagena. Hasta ahora, el palaciego gozaba de ese privilegio de ser el titular más o menos fijo en la banda derecha. Pero la confirmación de Sarabia ante el Leganés abre otro panorama.