Uno de los grandes y primeros errores de Víctor Orta en el Sevilla FC, fue el despido de José Luis Mendilibar, a las pocas jornadas de comenzar su primera temporada en Nervión.
Justo cuando parecía que el equipo retomaba el buen tono con el que terminó la pasada campaña, con título de la Europa League incluido, el vasco fue echado por el Director Deportivo.
En su lugar se trajo a todo un desconocido como Diego Alonso, que le había encandilado durante un asado, años atrás.
En esta decisión, puedo estar detrás un jugador que acababa de llegar esa campaña y que no jugaba todo lo que quería, como era Sergio Ramos.
El de Camas no soportaba estar en el banquillo constantemente, mientras otros compañeros ocupaban su lugar en el campo.
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Así lo expresaba el propio Mendilibar, una vez salió del Sevilla: «A Sergio Ramos no le gustaba que no jugara, pero le decía que Gudelj y Badé eran mis dos centrales que habían sido campeones. No estaba muy de acuerdo con eso. A muchos jugadores, no sólo Sergio, les cuesta ver que otros les puedan pasar por encima».
El mal ambiente que pudo crear en el vestuario, podría estar detrás de esa precipitada decisión que tomó Orta y que a la larga, fue nefasta para los intereses sevillistas.
