Bajo las órdenes de Unai Emery, pasó de ser un revulsivo desde el banquillo (tres goles y diez asistencias en 1.329 minutos) a no jugar ni en la recta final de la Liga ni en las rondas decisivas de la Europa League que levantaron los de Nervión. Esta experiencia poco satisfactoria, no obstante, no sería un acicate para volver al equipo que ahora entrena Vincenzo Montella, que coincidió con el jugador en el Milan.