A buen seguro que casi nadie esperaba a inicios de campaña, y tras el buen curso pasado que tanto esfuerzo por ascender al Sevilla Atlético fuera a durar tan poco. Tantos sueños encontrados derruidos casi a las primeras de cambio por la mala gestión llevada a cabo en el filial. Es cierto que había jugadores que por edad debían dar ya el salto o buscar una salida para continuar su progresión, pero es una pena que tras la fiesta del ascenso hace ahora dos años todo quede en caer de la forma que el filial de Nervión ha hecho una semana sí y otra también.