El Alavés ya sabía desde el pasado verano que para la visita liguera al Sánchez Pizjuán de Sevilla no iba a poder incluir en la alineación a Aleix Vidal. El contrato de cesión del jugador catalán a la entidad albiazul contemplaba esta singular cláusula del miedo, pero solo aplicada al partido a disputar en la ciudad andaluza. De hecho, Vidal pudo actuar sin ninguna cortapisa en el encuentro de la primera vuelta en Gasteiz ante los de Julen LopetegUi.