Todo o nada. Aún en la inquietud y el manifiesto malestar de los accionistas minoritarios en la junta de accionistas del pasado lunes, tiene el Sevilla obligaciones y necesidades que cubrir en Europa. Demasiado importante. Trascendental. Seguir vivo está en juego esta noche. Cierta calma y proyección deportiva o el desasosiego, las dudas y la apertura de una crisis institucional. Cuestión de elegir. ¿Qué quiere este Sevilla? Del todo al nada, y, para más inri, en la competición que ha coronado al Sevilla como el más grande, es el nuevo escenario de un equipo que encuentra ya a 13 de diciembre una final de las que deja marcado. Es hora de hacer los deberes que se dejaron para el final justo cuando lo tenia todo de cara en tierras belgas hace ya dos semanas y brindarle a la afición cierta cordura.