El Sevilla sabe vender muy bien al que le quieren quitar (especialmente si es el Barça), pero que no acaba de colocar en el mercado el que no le vale, o el que por una u otra razón tiene que irse. Como ejemplo, también, Nzonzi. Que sí, que era un problema; que quería largarse, pero… Uno ve los más de 30 millones que ha sacado el Barça por Yerry Mina o el negocio del Levante con Lerma y la duda, como mínimo, queda. ¿O no?