Tuvieron que pasar siete partidos para que el VAR fuese decisivo en Primera División. Fue en el Rayo Vallecano-Sevilla donde el videoarbitraje corrigió dos decisiones de Mateu Lahoz. La primera de ellas llegó en el minuto 79 de partido. El asistente levantó la bandera anulando el tanto de André Silva, el tercero en su cuenta. Mateu Lahoz, tras consultar con el encargado del VAR, dio validez al tanto del portugués. Cuatro minutos después Mateu señaló una falta en el borde del área a favor del Rayo. Cuando Vaclík colocaba la barrera para el lanzamiento, el árbitro internacional decretó el penalti tras la consulta con el VAR.