El Sevilla, en un perfecto reflejo del fútbol español, vive momentos de incertidumbre, de inquietud y hasta de temor por las consecuencias imprevisibles por ahora de la crisis mundial del coronavirus. Al margen de la lógica inquietud sobre la salud, las consecuencias que ahora mismo no puede dominar el club de Nervión van desde las deportivas hasta las sociales o económicas. Tal es el desbarajuste se produce en plena fase decisiva de la temporada el parón inmediato de la misma, tanto en la Liga como en la Europa League. Al mediodía de ayer se confirmó lo que era una noticia casi anunciada: la suspensión durante las dos próximas jornadas de la Primera y Segunda División, que se une en el caso del Sevilla al aplazamiento de la eliminatoria con la Roma. Lo grave es que es posible que la crisis del coronavirus obligue a una suspensión sine díe, sin fecha para la vuelta a la competición, o una suspensión definitiva, que sería el caso más grave.