Así siempre será imposible. Primero, con el error de Muriel en el minuto tres cuando se encontraba sólo delante del portero; después, con la lesión del que estaba siendo el mejor del partido, Navas; más tarde, con el fallo de Banega en la salida de balón y que hizo que Diego Costa marcara…. Imposible. Y más aún ante un rival como el Atlético, que da bocado cuando ve que el que tiene enfrente titubeando. No se había llegado al minuto 30 y el Sevilla se convirtió en un cúmulo de despropósitos que terminó condenándolo. Luego llegarían cuatro tantos más para el Atlético en una noche que terminarían Sarabia y Nolito maquillando el resultado con sus goles al término del partido.