Davor Suker, leyenda viva del fútbol mundial, fue uno de los pocos sevillistas que vivió la final de la Liga Europa ante el Inter de Milán en la grada del estadio Rhein Energie. «Estoy tan… orgulloso. Siento orgullo. Aún estoy nervioso. El Sevilla es una maravilla. Esto es muy grande», dice a ABC de Sevilla con una carcajada. «El Sevilla demostró que lo tiene todo: fuerza, ambición, jugadores, entrenador, presidente, ejecutivos, aficionados, una gran ciudad (se escucha al otro lado del hilo telefónico a varias personas llamando a Suker). La gente me pregunta cómo es posible que el Sevilla haya conseguido ganar otra vez la copa. Y eso que se ha enfrentado a equipos como la Roma; el Wolverhampton, al que le he visto hacer partidos espectaculares en la Premier; al Manchester United; al Inter de Milán… ¡Es espectacular! Los que hemos jugado sabemos que lo más importante para conseguir éxitos pasa por la palabra equipo. Eso lo nota un jugador en cuanto llega a un club. ¿Sabe dónde se nota también? En la pelea en el campo. No creo que haya muchos equipos en el mundo que peleen como este Sevilla. En la final peleó, y peleó. ¡Y venció!».
