P.: ¿Cuál ha sido el objetivo del rebranding del Sevilla?
R.: Potenciar la imagen del club nacionalmente, pero especialmente internacionalmente. El Sevilla es un club muy respetado en Europa por ser el único que ha ganado seis Europa Leagues, y ese es un gancho muy bueno que nos sirve para llevar la marca a nuevos mercados.
P.: Imagino que para renovar la imagen de un club se necesita antes identificar sus características. ¿Cuáles son los rasgos principales del Sevilla?
R.: En el caso del Sevilla, la marca ya tenía un gran valor nacional por su historia y debíamos entender la esencia de la entidad. En nuestro briefing identificamos tres rasgos principales: ser un club atrevido y que no se esconde (que asume que lo más importante es ganar, aunque no siempre se puede conseguir), que tiene una gran capacidad de resiliencia y que despierta cierta antipatía.
P.: ¿El Sevilla es un club antipático?
R.: Es un club que genera respeto porque es capaz de arrebatarle un título a los grandes. Digamos que cuando te toca el Sevilla en un sorteo no te hace especial ilusión.