El Sevilla de Julen Lopetegui afronta una semana difícil y complicada con un elemento más en contra que ya es común en una plantilla del nivel de la nervionense, las secuelas que deja un parón en las competiciones de clubes por los partidos de las selecciones. Lo que siempre se llamó el virus FIFA y que viene con más peligro que nunca, ya que a las lesiones habituales se le suma el riesgo evidente de un contagio por Covid-19, lo que deja a un jugador fuera de la dinámica de su equipo casi dos semanas, y la fatiga muscular que se va acumulando en las piernas de unos profesionales que cada vez más sufren los rigores de un calendario muy condensado que prácticamente no deja ni una fecha para el respiro competitivo y que como novedad ha añadido el hecho de que muchas selecciones disputan tres partidos en vez de dos (generalmente, uno amistoso y dos oficiales), que era lo habitual y lo que tenía aprobado la FIFA.