El Sevilla, que ya ha visto cómo Medel no transmite precisamente paz en el vestuario y que en el campo también deja aflorar su temperamento hasta el punto de que se ha perdido muchos partidos por sanción, teme que estos dos nuevos episodios reverdezcan el conflictivo historial extradeportivo que arrastra, lo que puede ir en su contra de su cotización en el mercado. El Sevilla, aunque no lo airee, vería con buenos ojos una venta, aunque preferiría llevarla a cabo cuando adquiera el 50% de su pase que no compró en su día, una inversión pactada documentalmente y que podrá hacer efectiva antes del 30 de enero cuando llegue a una serie de partidos.