Ganar o no ganar, he ahí la cuestión. Permítase la licencia shakesperiana para resumir el quid del partido de este martes en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. La victoria servirá al Sevilla en bandeja de plata el primer objetivo del curso bien pronto: la clasificación para los octavos de final de la Liga de Campeones. Todo lo que no sea ganar, inclusive el empate, claro, dejará en una incierta última jornada el destino nervionense en la Champions. Un importante porcentaje del proyecto de la temporada 17-18 pasa por lo que ocurra ante el Liverpool de Jürgen Klopp, que llega con sus ánimos de revancha por lo ocurrido en Basilea hace hoy un año y medio en el que el Himno del Centenario de El Arrebato se comió al mítico You’ll never walk alone de Rodgers y Hammerstein.