El acuerdo para el traspaso de Muriel, a expensas de que pase el reconocimiento médico con el Atalanta, ha supuesto una bocanada de oxígeno en la planificación del Sevilla. En primer lugar, porque desatasca de una vez el canal de salida de los futbolistas que no cuentan para el proyecto, que parecía atorado. Yen segundo lugar, porque supondrá sacar de la contabilidad del club uno de sus apuntes más negativos. El Sevilla, pese a la alta amortización del colombiano, dado que costó 21,6 millones hace dos veranos, gana un importante margen de maniobra. El Sevilla ingresará más de 15 millones si pasa la revisión médica y todo lo que supere los aproximadamente 13 millones pendientes de amortización será beneficio neto a reinvertir.