Hubo una jugada que escenificó la incapacidad para reaccionar de los madridistas tras el 3-1, de buscar la épica, algo propio en el gen del club. Sucedió del minuto 90:44 al 92:05. Durante un minuto y medio los sevillistas dieron 30 pases con el Madrid mirando, sólo posicionado y sin presionar. Entre los atronadores olés de la grada del Sánchez Pizjuán, hasta nueve futbolistas del Sevilla (todos menos Llorente y el portero Sergio Rico) tocaron la pelota en la jugada más larga del partido.
