Se le está complicando al Sevilla este transcurrir liguero, que tuvo su clímax con los dos triunfos seguidos ante Real Madrid y Dépor en las jornadas 4 y 5 que dispararon el entusiasmo en la hinchada, pues se le veía un empaque, carácter y arrojo al equipo hace tiempo desconocidos. Los de Míchel parecían haber cogido velocidad de crucero y a falta de dos minutos le ganaban 2-1 al Barça en la sexta jornada, tras otra exhibición de casta, coraje y poderío… hasta que apareció el teatrillo de Cesc, la picada de Medel y el silbato sibilino de Lahoz. En dos minutos de infausto recuerdo el Barça le dio vuelta a ese 2-1 y el Sevilla, en apenas tres partidos, ha pasado de estar a un punto de los culés (de haber ganado ese día) a tenerlos a once.