El Sevilla sigue teniendo el mismo problema de los anteriores partidos: los delanteros no hacen gol de jugada. Gameiro ha tenido las ocasiones más claras y marcaba un penalti pero fallaba el otro. Tanto es así que tras la pena máxima fallada por el delantero francés, Banega tenía que lanzar el siguiente. Konoplyanka entraba y hacía el tercero, con algo de ayuda del meta alemán.